Este fin de semana, el activismo me ha llevado a Madrid. Justo el último día, he tenido la gran suerte de poder compartir unas horas de risas y charlas con mis queridas Kali y Farala. Esta última y yo, como de costumbre, nos adentramos en una ardua conversación, delicada donde las haya. Toda conversación que trate de violencia y de dolor ajeno es, en esencia, delicada. Voy a intentar abrir aquí el debate sin herir sensibilidades. Para empezar, sin herir la mía propia, porque, a pesar de haber vivido una relación lésbica violenta y destructiva de la que no sabía cómo salir, hoy por hoy he entendido que no debemos desvirtuar la Violencia de Género. Pero entremos en debate y reflexionemos.
Tengo claro que el ser humano – mujeres y hombres- es bueno, malo, violento, agresivo, manipulador, cariñoso, despegado, frío, tierno. Ambos sexos indistintamente. Partiendo de ahí, establecemos todo tipo de relaciones: buenas, malas, violentas, agresivas, manipuladoras, cariñosas, despegadas, frías, tiernas. Esto es un hecho. Independientemente del sexo que tengamos, las personas podemos ser de muchas formas: desde lo más bueno hasta lo más malo, pasando por todos los matices intermedios. Y las mujeres también. Recalco esto para no caer en la premisa machista de que todas las mujeres somos «buenas, serviciales y cariñosas». Habrá quien sea así, habrá quien no. Las mujeres son malas, buenas, peores o mejores. Como seres humanos, hay de todos los tipos.
Por otra parte, no me cabe la menor duda -y supongo que a nadie entre quienes me leen le pueda caber- de que cuando una mujer lesbiana reproduce el rol masculino en su faceta más machista imaginable y atenta contra su pareja mujer -que tal vez asuma (o no) el papel femenino heteronormativo-, reproduciendo e imitando actitudes y conductas violentas, de manipulación y de malos tratos psíquicos y físicos; no me cabe la menor duda -repito- de que eso es v i o l e n c i a. Con todas sus letras.
Ahora bien, es cierto que esa relación de violencia se produce entre iguales: dos mujeres son dos mujeres en todas las dimensiones sociales. Pueden tener dos caracteres distintos como seres humanos que son, pueden entablar entre ellas relaciones en las que una manipula y la otra obedece; pero ambas cuentan, socialmente, con el mismo reconocimiento en cuanto al género que les confiere la sociedad.
Sin embargo, no ocurre lo mismo cuando esta relación manipuladora y violenta la ejerce un hombre hacia una mujer. ¿Por qué? Pues por el simple hecho de que la sociedad confiere al hombre un estatus de superioridad que no confiere a la mujer. El hombre está socialmente empoderado y el sistema social en que vivimos está estructurado de tal forma que se le otorga al hombre potestad para dominar -y, por tanto, abusar- de la mujer. Si hacemos una reflexión profunda sobre la estructura social por la que nos regimos, nos daremos cuenta de las desventajas con que la mujer tiene que lidiar cada día en todos los sectores de la vida cotidiana. El daño tan atroz que el machismo y el sexismo ejercen sobre la mujer no es nada nuevo. ¡Qué les voy a contar que ustedes no sepan o vean a diario! Pues bien, es esa estructura social basada en el patriarcado imperante la que sitúa al hombre por encima de la mujer y le da poder para permitirse -sin ser juzgado ni recriminado- determinadas actitudes de superioridad. Actitudes que en ocasiones son incluso premiadas y reforzadas. Y es esa estructura social la que hace que ese tipo de violencia sea considerada «violencia de género». El resto de violencias son violencias, y, como tales, censurables y punibles, pero no entran dentro del mismo marco heteropatriarcal y androcéntrico, y son consideradas «Violencia doméstica».
Hasta aquí lo entiendo, porque he llegado a comprender la necesidad de no desvirtuarlo, he llegado a palpar de cerca las particularidades especiales que demarcan esta ley. Pero no me vale acabar aquí y ya está. No me vale a mí tampoco como respuesta. Creo que se hace urgente una profunda reflexión de las realidades de violencia que se están viviendo. No podemos obviarlas porque son reproducciones alarmantes de las relaciones heteropatriarcales y heteronormativas. Que si bien no son consideradas de género, sí vienen provocadas por él. El hecho de que muchas lesbianas adopten y reproduzcan roles machistas y que muchos gays adopten los mismos roles de machoibéricos, con el fin en ambos casos de sentirse el «sexo fuerte» y dominar a sus parejas, es un gravísimo problema al que tenemos que dar respuesta (formación, ayuda social).
Desde mi punto de vista, la clave está en el género. ¿Qué es la transfobia si no una penalización a quien no respeta el género con que biológicamente ha nacido? ¿Qué alimenta al machismo y al sexismo si no la estructura social organizada alrededor del género masculino/femenino y sus roles? Les traigo aquí una muy buena reflexión de Beatriz Preciado:
No creo en la violencia de género, creo que el género mismo es la violencia, que las normas de masculinidad y feminidad, tal y como las conocemos, producen violencia.
Yo sí creo en la violencia de género porque la he visto muy de cerca. Y también creo que las normas de género por las que se rige nuestra sociedad son violencia en sí mismas. Y si bien es cierto que la lógica me lleva a ver clara la diferencia entre el alcance social de la violencia que un varón puede ejercer contra una mujer y la que una mujer puede ejercer contra otra; también considero, por un lado, que esta forma de llamarlo afianza los roles de género heteronormativos (hombre fuerte y agresor / mujer débil y sumisa); y, por otro lado, que si hablamos de género, no podemos hacer de la mujer un género. ¿No caminamos hacia la deconstrucción social del género?
Me encantaría leer sus comentarios ante un tema, cuanto menos, controvertido.
La violencia solo tiene un adjetivo: condenable. Ya la llamen de género, doméstica o espacial. No hay nada que la justifique por más que lo intenten.
No distingo entre géneros, hablo de personas, que ejercen su represiòn sobre otra persona, de manera que sea cual sea su género, su estatus, color o grosor, es condenable.
No hablamos de un ataque de mala leche, hablamos de conductas alienantes que se prolongan como forma de vida.
(Nòtese que no utilicé ningún «ismo», no hace falta)
Totalmente de acuedo contigo alson62 😀
Muy, muy interesante…
El debate obviamente se centra en el género y en consecuencia la violencia que se ejerce con razón del mismo.
Somos conscientes que akello de «No se nace mujer, se llega a serlo» no es un paradigma de la filosofía contemporánea es el modo más sencillo y directo de decir que el «género» tal como lo conocemos no es más que una construcción social, compuesto por roles, actitudes, aptitudes, ideologías, creencias y un largo etc… de lo que significa culturalmente ser mujer o ser hombre. Como es lógico y la antropología nos ha mostrado, pertenecer a uno de los dos sexos definidos no tiene ola misma carga semática en todos los puntos del globo. Sin embargo existen trazos que sin ser generales en origen han terminado convirtiéndose y asentándose como básicos como consecuencia del discurso occidental, patriarcal y heteronormativo.
Dicho esto la regulación española existente en materia de VG, bajo mi humilde punto de vista es un gran paso en el reconocimiento de que socialmente existe una brecha enorme entre sexos y entre los reconocimientos sociales ( llámemosles así) que tienen uno y otro, y es un intento de solventar ese gran error que perjudica casi en exclusiva, o por lo menos mayoritariamente a las mujeres. No obstante que ocurre con parejas homosexuales que asumen roles como dices, roles socialmente aceptados y que se reproducen en muchas ocasiones casi automáticamente? No existe VG en esas relaciones violentas? sí la LO 1/2004 de 28 de diciembre en su art.1.1 en lugar de haber enmarcado el problema descrito en el art. 1.3 ( «acto de violencia física o psicológica, incluidas agresiones a la libertad sexual, las amenazas,las coacciones o la privación arbitraria de libertad») en una relación de sujetos de distinto sexo, que mantengan o hayan mantenido una relación de análoga afectividad, lo hubiese definido su actuación por el género y no por el sexo, en principio todxs entraríamos en el ámbito de aplicación de la ley independientemente del sexo al que pertenezcamos, pues la carga se encontraría en definir qué es género. Siguiendo una lógica patriarcal y partiendo del biomio género daríamos cobertura a todas esas situaciones que hoy por hoy se quedan fuera. No obstante sería esa la solución? no reproduciríamos de nuevo los problemas que hoy achacamos a la pertenencía de un sexo u otro?, no pasaríamos del » sexo débil» al «género débil»? No sería contraproducente delimitar la líneas de los géneros? es más es necesaria la existencia de géneros?
Gracias por abrir este debate … me parece sumamente interesante y estaré atenta a todas las aportaciones que se den al respecto. Un saludo y enhorabuena!
¡Qué entrada tan interesante!
Dentro de mi campo de trabajo, la sociología del género, es algo con lo que lucho casi siempre que tengo un debate de este tipo. Y es que muchas corrientes feministas radicales se empeñan en desvirtuar todo aquello que tiene que ver con los hombres hacia un positivismo ciego hacia las mujeres que no es real, ni de cerca.
Hablamos de género cuando hacemos referencia a una diferenciación de roles. Y nos guste o no hay algo que está muy anclado en nuestra sociedad y es el machismo imperante por una cultura patriarcal establecida que no va a desaparecer en mucho tiempo. El trabajo de todos a través de las generaciones venideras será lo único que consiga que esta diferenciación de géneros desaparezca con el tiempo.
Es por eso que estoy muy de acuerdo contigo cuando dices que estamos acudiendo a una deconstrucción de los géneros. Lo que está claro que algo que se deconstruye es algo que posteriormente debe volver a ser construído y será en ese momento cuando haya que tratar el tema con especial tacto.
Desde mi punto de vista y teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, no existen parejas igualitarias. Hemos sido socializados en unos roles de género muy específicos y, aunque crezcamos como personas e intentemos modificar lo aprendido, siempre hay una pequeña marca que nos quedará para siempre. No sólo en cuestiones de género, sino raciales también, por ejemplo.
Por tanto, en una pareja, heterosexual u homosexual, lo común (que no normal) es que siempre haya una persona cuyo rol genérico domine sobre el de la otra. Porque ha sido educada y socializada para actuar de esa manera.
En cualquier caso, la violencia no es justificable bajo ningún concepto. ¿Es violencia de género que una mujer maltrate a su pareja (hombre o mujer? SÍ. ¿Es violencia de género que un hombre maltrate a su pareja (hombre o mujer)? SÍ. ¿Es justificable? NUNCA. Lo que es triste que vivamos en una sociedad (ni si quiera me voy a meter con el Estado y sus absurdas leyes de género) que considere que un hombre maltrate a una mujer es condenable pero que no sea así cuando las relaciones son homosexuales o cuando es la mujer la que maltrata a su marido.
Para concluir, desde mi punto de vista, violencia de género es aquella que se ejerce dentro de una pareja cuando uno de los dos individuos es dominante sobre el otro y pretende ejercer esta fuerza o dominio de maneras poco “democráticas” dentro de la misma.
A mí me gusta mucho la cita que recoges de Preciado: la construcción de los géneros ya es una cosa violenta per se. yo sugeriría que empezáramos por definir violencia de género, que, en mi opinión, no es sólo la de un varón a una mujer; estamos entendiendo género= mujeres! se le podría dar la vuelta a la pregunta y plantearnos en qué aspectos no sería violencia de género la ejercida por una persona en una pareja a la otra (del mismo sexo)?
pd: la ley integral de violencia contra las mujeres no contempla la violencia en otras parejas (no heterosexuales)
Según mi modo de ver la violencia es violencia, sea física o sea psicológica, y si me apuras la violencia psicológica puede ser más terrible, más dañina aún porque es difícilmente detectable desde dentro y prácticamente imposible de detectar desde fuera. Hay mujeres violentas y hay hombres violentos, y adolescentes, y ancianos y ancianas, y niños y niñas. Hay psicópatas carentes de toda empatía que absorben la energía y la salud a otras personas, dentro de la pareja y fuera de ella, pero preferiblemente en los entornos más íntimos.
Se llame como se llame, es violencia y es reprobable (y repugnante!). Pero una cosa hace que yo siga pensando en que se debe mantener vigente y activa la idea y el término «violencia de género» como aquella que ejerce el hombre sobre la mujer en una relación de pareja (o ex pareja), porque tiene una connotación muy particular: produce significativamente más números de muertes que la violencia que pueda haber entre parejas del mismo sexo o de la que pudiera ejercer una mujer sobre un hombre.
El tremendo error que me parece se comete cuando se habla de violencia de género es que se pretende acotar a aquella violencia que se produce dentro de la pareja y el género no nos condiciona única y exclusivamente al (y en el) ámbito sentimental, el género nos condiciona desde nuestra formación como personillas cuando tenemos campañas y campañas de juguetes rositas, que potencian nuestros instintos maternales, de cuidado, etc, nos condiciona en los estudios (sólo hace falta ver el número de mujeres que ingresan en carreras técnicas y el de hombres que lo hacen en enfermería, trabajos social, etc), en el ámbito laboral por ejemplo en trabajo social (área que conozco muy bien) sabéis quienes son los jefes de los servicios en un 90% de los casos… pues precisamente esos pocos hombres que se formaron en dicha área) o cuantas son las mujeres que ocupan puestos directivos? o quienes conforman el 99% de las personas destinadas al servicio doméstico? Y en los medios de comunicación nos fijamos y vemos la imagen que se da de nosotras en anuncios? cine? televisión? … O abrimos los ojos a nuestro alrededor y vemos que la pobreza es mayoritariamente femenina, que un arma de guerra usada es la violación de las mujeres, que la trata de personas se da mayoritariamente sobre mujeres y niñas…
Por ello comparto plenamente lo que dice Preciado, la construcción de los géneros ya es una cosa violenta, y lo es, desde el momento que se nos diferencia jerarquizándonos y prevaleciendo, claro está, la superioridad masculina. Por ello simple y llanamente diría que todas las mujeres por el mero hecho de serlo sufren violencia de género.
El componente de esta violencia no está en los golpes, no está en los insultos, está en que esas actitudes están respaldadas en una creencia social basada en el género que nos somete.
La violencia física que se produce en pareja, sea del sexo que sea es violencia, como la que se produce entre vecinxs, entre compañerxs de colegio, entre conocidxs, por parte de los cuerpos de seguridad, etc… acaso le va a doler menos el porrazo que le arrea un poli a un manifestante que el que le da un imbécil a su pareja? no, si le abre la cabeza le tendrán que dar exactamente los mismos puntos, le tendrán que recetar los mismos calmantes, le tendrán que poner el mismo hielo. La física es exactamente igual, la psíquica no, porque no se tiene la misma relación con unas personas que con otras, si deposito mi confianza, mi cariño, si destino mi tiempo y mis desvelos a una relación de pareja y esta me golpea, me insulta, me maltrata estoy recibiendo muchísimo más daño que si lo hace una persona ajena. Pero esa es la diferencia de la violencia doméstica (jamás me gustó ese nombre) de la que se produce fuera del hogar. Si a esa violencia doméstica, entre parejas, se da también el condicionante que una de esas personas es hombre y otra mujer, entonces también se tiene que añadir que mientras a ellos se les ha formado, se les ha interiorizado que tienen que ser los directores, los suministradores, los lideres, a nosotras se nos ha educado para someternos a la mirada masculina, para supeditar nuestro placer al de ellos, para cuidarlos, etc, entonces estamos añadiendo a eso la violencia estructural de la construcción del género, una violencia que va más allá del individuo, una violencia social.
Muy interesante el debate Kika 😉
Pero que produzca más muertes no significa que no debamos analizar las diferentes violencias que se pueden dar en parejas del mismo sexo. de hecho, hay elementos diferentes como el armario que pueden dificultar y mucho una denuncia, por ej. estas violencias han quedado fuera de la ley; en otras palabras, hay gente, sujetos desprotegidos, que se han quedado fuera, porque estamos considerando el género dentro del marco heterormativo totalmente.
Totalmente de acuerdo Gracia, toda violencia tiene que ser analizada y tener una respuesta, tiene que tener soluciones (ya sean individuales y puntuales como una atención médica, atención psicológica, etc o de carácter social, donde hay que incidir en desmontar la perversa construcción del género, del heteropatriarcado, del estereotipo, de la supremacía del primer mundo, etc).
No se puede única y exclusivamente dotar de servicios a un tipo de violencia e ignorar al resto, pero tampoco se puede deslegitimar la violencia de género porque precisamente esta sí que, en alguna medida, se la dote de ciertos recursos. La lucha no tiene que ser “todxs iguales” (no toda la violencia necesita los mismos recursos para luchar contra ella) sino “todxs con los mismos derechos” (toda violencia tiene que tener los recursos necesarios para erradicarla).
A veces me da la impresión de estar escuchando el patio de un colegio (o Sálvame que para el caso es lo mismo) cuando escucho (leo) deslegitimar la violencia de género porque también hay otro tipo de violencia… vamos y tú más.
marco heteronormativo, quería escribir
compartir unas horas de risas y charlas y de …¡¡¡bonito con tomate!!! (o, como leí en un menú este verano, de «beautiful with tomato») jajajajaaaaaaaa yo tambien sigo dándole vueltas, ya sabes, y me encanta el debate!! besos
Coincido que la violencia es violencia independientemente del apellido que se ponga.Pero la violencia de género existe pq se ejerce por ser mujer, por el mero hecho de serlo y toda la carga simbólica que ello implica.
En un discurso heteronormativo, ser mujer llevará anexionado desempeñar el rol de «ser mujer»; de modo que la lucha contra la violencia de género tal como se plantea en la actualidad es la lucha por la eliminación de un rol masculino (rol socialmente construido y aceptado) dominante SOBRE otro. El problema es que se une el rol al sexo de la víctima o agresor. Hoy por hoy , en una sociendad como en la que vivimos que ser mujer ( con estereotipo o sin él) es pertenecer a una ciudadanía de segunda; estoy competamente deacuerdo con que exista una ley que atienda a los casos de violencia de género pues ésta se ejerce por unas razones determinadas y específicas y se ejerce sobre mujeres. Personalmente, la ley no me parece la panacea y trabajar con ella es muy muy dificil en muchos casos. Yo pondría el foco en quien ejerce la violencia; pues lo que distingue a la violencia de género es la razón por la que se ejerce, como consecuencia y reproducción de un sistema patriarcal androcéntrico, y da igual quien la ejerza si los motivos son a la postre, el dominio y control de la mujer. En este sentido algunas leyes autonómicas de poca repercusión nacional, de Igualdad como la vasca y creo recordar que la catalana también, no determinan el ámbito de actuación en el que se tiene que llevar a cabo la violencia; es decir amplian el «dónde» ( entendiéndose dentro del hogar y fuera) diferenciación con la doméstica y no determinan «quien» la ejerce eliminando la exclusiva posibilidad de que sea un hombre quien la ejerza si no cualquier persona que por motivos X considere que la mujer debe por su condición sexual estar en una situación de dominio y en consecuencia arremeta contra ella de múltiples formas.
Me parecen super interesantes todas vuestras aportaciones! gracias!
Interesante. De entrada no creo que toda la violencia sea igual. Con lo que nos ha costado que se entienda que es la violencia machista, que se le de valor, que se aprueben leyes (k gusten más o menos) y programas… no podemos caer en el error de borrarla y meterla en el saco de violencia generalizada!
Leyendo los comentario creo que todavía existe el problema de confundir sexo con género… frente a las dudas recomiendo que se cambie la palabra género por maschista y las dudas desapercen más facilmente
Sí, la violencia machista se puede dar también en una relació de pareja de un mismo sexo… y no olvidemos que la violencia machista no sólo se da en el ámbito de la pareja sino que también puede ser -entre otras- comunitaria, laboral etc.
Sin ser fan en abosoluto de Gimeno no puedo por menos de aplaudir su frase: «…No creo en la violencia de género, creo que el género mismo es la violencia, que las normas de masculinidad y feminidad, tal y como las conocemos, producen violencia…» .
He sido víctima de violencia «de género» . Y salí de ella, ¡en el año 80! con un par…. que le falta a mucha gente, y el que no lo reconozca va mal encaminado. Pero no voy a hablar de mi. Y tampoco quiero hablar que, una vez reanudada mi vida normal, entre como voluntaria en un centro de mujeres maltratadas que acabé dejando porque es imposible hablar con muchas de estas y me creaban una ansiedad y problemas insoportables.
Creo que el «gen» de la violencia está en casi todas las personas, sea cual sea su género y lo que pienso es que, por alguna mente políticamente correcta y mediática, el tema de la «violencia de género» tiene el auge que tiene.
Y también creo que el «gen» de la sumisión lo tiene también muchas otras personas. Y creo que luchar contra este es mucho más difícil que que el otro.
Me gustaría que se tratase igual, o más, la violencia física y mental que muchos padres y madres ejercen sobre sus hijos, algunos profesores con sus alumnos, muchos jefes con sus empleados y en general, todo aquel/lla que se siente superior (en términos económicos generalmente) con aquellos que no son sus iguales.
¿Que hay muchos hombres que maltratan a sus mujeres?. No se puede negar. ¿Que hay muchas mujeres que maltratan a sus maridos?: pues tampoco, como pasa muy frecuentemente con parejas separadas y las dificultades que tiene un padre para ver a sus hijos. Esto es maltrato también.
De Luna da en el clavo cuando habla de las muertes que produce la tradicional «violencia de género», pero hasta esto lo pongo en cuarentena , personalmente, porque no se si prefiero irme a Triana o vivir con complejos, atemorizada o enferma mentalmente porque ¿cómo serán en el futuro esos niños maltratados, o cómo se comportan y arruinan su vida los adultos que también lo son por amigos, familiares, jefes, etc.?.
Personalmente creo que habría que luchar en contra de la violencia en todos los campos, pero no sé como, más que, como ser individual, la influencia que pudiera ejercer entre mis famiiares y amigos.
Quería agradecer a todas las aportaciones que están haciendo. No se imaginan lo mucho que me estoy enriqueciendo. No pensaba intervenir en el debate porque en el post ya expliqué mi postura y mi dilema. Necesitaba escucharlas, leerlas y empaparme de sus opiniones.
Lo que ocurre es que la intervención de ISA ha actuado de resorte y me veo obligada a intervenir. Intentaré ser correcta. Ya dije que hablar de violencia es un tema delicado y que intentaría hablar sin herir sensibilidades. Para empezar la mía propia. Esperaba que quienes intervinieran actuasen de la misma forma y, sinceramente, creo que se te ha ido un poco la mano, ISA.
Para empezar, no me cabe la menor duda de que mi querida Beatriz Gimeno suscribiría el comentario de Beatriz Preciado, pero desde luego no voy a ser yo quien ponga palabras en su boca. Yo hablo de B. Preciado. No sé si de ella sí serás fan -o no-.
No quiero entrar en detalles, porque están tan lejos nuestras posturas en absolutamente todo, que podría escribir una tesina, pero sí te invito a que revises tu comentario, ISA, y trates el tema con delicadeza y sin tanta ligereza. ¿»Gen de violencia»? ¿»Gen de sumisión»? ¿[…] «porque es imposible hablar con muchas de ESTAS»? (Pido disculpas por las mayúsculas, pero es el único medio que tengo para resaltar una palabra, ya que no sé por qué motivo al contestar no me permite usar ni negrita ni subrayado). Por favor, estamos hablando de personas, de mujeres maltratadas. Ya no me meto en si era difícil o imposible hablar con alguien en un estado así (conmigo sería difícil e imposible, te lo aseguro), pero sí en la manera de dirigirnos a las personas. El único medio que tenemos aquí para comunicarnos es el lenguaje, pido que seamos cuidados con él.
Por último comentar que lo único que me faltaba era crear un debate sobre violencia y salir de aquí con la etiqueta de «maltratadora». Sé que no es nada personal (por supuesto!), pero yo pertenezco a un colectivo que está siendo machacado y desprestigiado continuamente en los últimos tiempos. Bastante estamos aguantando y soportando este año en los centros educativos como para que encima se hable con tanta ligereza de que los profesores pegan a las alumnas y alumnos. No voy a negar que pueda haber personas que se dedican a la docencia que den un mal trato a sus alumnos. Pero el profesorado NO pega a sus alumnado. Los profesores NO ejercemos violencia física y mental hacia ellos y ellas. Muy por el contrario, su educación y su futuro es lo que nos hace seguir ahí, a su lado, a pesar de la que nos está cayendo. Por favor, si hacemos uso de estos espacios y de estas redes tan poderosas (blogs, facebook, etc.) debemos ser conscientes de que las palabras crean etiquetas e imágenes que hacen daño
Gracias de nuevo a todas y a cada una. Que siga el debate! 🙂
Leyendo tus aportaciones y las respuestas de algunas mujeres que han escrito, creo que se ha dicho todo. Lo único que puedo aportar, quizá, es que creo que hay mucho desconocimiento de los conceptos, que se mezclan cuestiones muy claras con visceralidades y con experiencias personales que desvirtúan el concepto en sí. Violencia de género es la ejercida por los varones contra las mujeres por el simple hecho de ser mujer y está sustentada en siglos de patriarcado y en siglos de apoyo, explícito y no tan explícito, de la sociedad en general. Las religiones, las estructuras políticas, los medios de comunicación, la educación, las familias, etc. han sustentando históricamente la discriminación de las mujeres. Es la discriminación y la desigualdad la que produce que haya varones que se consideran en su derecho de maltratar a la mujer si esta no responde a sus deseos o al caminito marcado.
Nunca la sociedad, ni los medios, ni la iglesia han pregonado y apoyado a las mujeres que violentamente tratan a los varones, por lo tanto es una diferencia estructural que hace que sea un violencia diferente y, por lo tanto, necesite un tratamiento diferente y mucho más amplio que la violencia puntual, sea del tipo que sea.
Respecto a las parejas homosexuales, creo que hay dos lecturas que tú haces perfectamente: no es violencia de género en el sentido de que no es estructural, pero conlleva en su sustrato la idea patriarcal de dominio y rol de las personas en las relaciones. No todas las relaciones de pareja conllevan roles, y eso lo sé por experiencia.
No, «…el único medio que tenemos aquí para comunicarnos es el lenguaje, pido que seamos cuidados con él»…, no es el único medio para comunicarnos (aunque sí que hay que ser cuidadosos con él porque no es lo mismo «hablar» con una persona cara a cara, que escribir).
El lenguage escrito es muy traicionero.
Como decía, creo que hay otros medios y el principal es aceptar elegantemente opiniones distintas a las de uno sin sentirse ofendidas por ellas o saltar cual resorte (simplemente porque no gustan las opiniones distintas)
Que te conste bien constado (.)) que estoy totalmente en contra de todo tipo de violencia de una persona contra otra y espero que no te salgan ampollas cuando te diga que si dejé el centro donde iba como voluntaria es que si había 12 mujeres con sus hijos (no me acuerdo muy bien), 10 disculpaban a su marido por las palizas (síndrome de Estocolmo, bla, bla, bla, razones económicas, familia, posición social…) y 7 volvieron con ellos. Yo hablaba con las psicólogas y te juro que ellas tampoco lo entendían y estaban tan desanimadas como yo.
Esto no es lo general, LO SE, pero pienso que hay que tener en cuenta que hay mujeres que no se separan de sus maltratadores ni con agua caliente, por lo que sea y ni siquiera los denuncian. Ante esto ¿que se puede hacer?
Y ya lo que me descoloca totalmente es que creas que, por mi inocuo (pienso yo) post, vaya a saltar todo el mundo en contra de los profesores/as. Es que me he quedado ojiplática, como se dice ahora, ahí si que creo que te has pasado un pelín
De verdad te ruego que no veas en mis post nada personal en contra de lo que tu defiendes y opines; simplemente me limito a expresar mi opinión siempre BASADA EN MI PROPIA EXPERIENCIA (tampoco me deja a mi poner negritas), y no olvides que yo entro dentro de lo que se llama ahora violencia de género y lo hice en el año 80, año en el que probablemente tu ni habías nacido. Y sali con un par de h….. h. que ahora no veo en lo casos de los que tengo conocimiento.
Kika: nada es ni blanco ni negro. Todo tiene matices, hasta los temas de los que tratas y por los que te aplaudo por ello (excepto por la forma de expresarlos, a veces), pero no se puede generalizar en ningún caso, en ninguno.
Muy interesante tu pregunta Kika, y muy enriquecedoras las multiples contestaciones. Creo que hay que incidir en la línea que indica Marcela . Claro que hay violencia en la sociedad en sí, todos-todas formamos parte de ella y somos podemos ser víctimas y/o agresores , pero para mí es clave seguir incidiendo en la especificidad de esta violencia que se ejerce contra la mujer por el mero hecho de serlo, violencia desde las estructuras apoyada de forma invisible por los estamentos. A mí me preocupa que se diluya este concepto por la grave repercusión que tiene de cara a combatirla. Hacer desaparecer esta característica clave es una forma de manipulación de nuevo invisible. Esta violencia existe de toda la vida sin ponerle nombre pues estaba asumida como costumbre, como inevitable , como rol, por tanto no había porqué cambiarla. Si la denominas y analizas cobra «existencia» , incluso jurídica lo que es un avance notable.
No incluyo la violencia en la pareja lesbiana como violencia de género ( aunque ésta se produzca al reproducir roles de poder-sumisión-dominación-agresión ), lo mismo que no denominaría violencia de género la que ajerza una madre con su hija por muy patológica que sea la relación . De cara a medidas políticas , partidas presupuestarias…que auguro cada vez más ínfimas, tenemos que tener una visión global .
*Vienes a Madrid, tienes este debate y no me llamáis??? Imperdonable.
Besos.Lenteja
Interesantísimo artículo Kika Fumero, tengo la cabeza que me baila en 40 direcciones y no sé por dónde empezar. En primer lugar, comparto que, tras hacer visible la violencia de hombres hacia mujeres e introducir el término género en el ideario colectivo, algo nos ha salido mal: la sociedad está entendiendo género como mujer, obviando el segundo componente del binarismo, el hombre. De esta manera, la violencia de género aparece circunscrita a esa relación de dominación-violencia hombre-mujer y, apurando, cercada en el ámbito afectivo y en un espacio más o menos cerrado que es la convivencia de dos personas. Esto nos está llevando a obviar otras formas de violencia, posiblemente más comunes, de hombres hacia mujeres en el ámbito público, de manera más sutil, menos intensa (en ocasiones) pero sin duda edificante para mantener el heteropatriarcado como sistema social. Se entiende que la violencia de género aparece de manera premeditada y no es anónima, cuando la mayor parte de las agresiones machistas son públicas y no reconocidas por la sociedad. A este respecto el exdelegado del gobierno para la violencia de género recogió en un artículo que las muertes del Madrid Arena son también violencia de género.
Y por otro lado, creo que los géneros no están en un proceso deconstructivo más que en determinados espacios (posiblemente los nuestros). La reafirmación de los roles sociales binarios los tiene bastante intactos a pesar de los esfuerzos cotidianos de mujeres y hombres por huir de esta cárcel y tener una existencia más creativa. Sabemos por experiencia que la disidencia en cuestiones de género se paga muy caro y es un coste que sólo algunas personas están dispuestas a asumir.
Me dejo muchas cosas en el tintero, una pena. Seguiré más tus pasos. Besos amigas
Dejo aquí el enlace del artículo de Miguel Yuste al que hacía referencia.
http://blogs.elpais.com/autopsia/2012/11/estampidas-de-g%C3%A9nero.html
Hola yo no soy lesbiana tengo 19 a#os pero mi mama si lo es.. Y esta pasando x la llamada violencia de generos! Es frustrante y perturbante. Saber q mi mama esta siendo maltratada x una mujer.. Justo en este momento me siento dolida x compartir esto con ustedes xq no he logrado desahogarme con nada ni nadie.. Me duele mucho q mi mama este pasando x eso y que no encuentre la salida y yo pues sintiendome impotente al no saber q hacer me he quedado escuchando los lamentos de mi mama durante mucho tiempo.. Me duele mucho no estar con ella para darle aliento, pero gracias a esa mujer q maltrata a mi mama.. Nosotras sus hijas no podemos estar con ella.. No se que hacer para ayudarla y sacarla de ese infierno.. Les pido de todo corazon que me aconsejen y me digan lo correcto..